LA CLASE
Al poco de iniciar la película pensé lo mismo que los alumnos de la ESO que fueron a verla al cine: era la sensación de estar asistiendo a una representación de la vida en un instituto.
Creo que es inevitable situarse desde el propio rol que se tiene en la realidad a la hora visionar la película, sin embargo, esto no limita el poder descubrir el otro lado. Posiblemente me cueste identificarme con los alumnos, pues a pesar de desempeñar también el rol de alumna, no comparto en gran medida su mundo de valores y posiblemente mi socialización, se ha producido en un contexto muy diferente a la de muchos de ellos. Por tanto a la hora analizarla me sitúo como educadora- aunque mi formación es social, me puedo identificar con el educador del aula- y psicopedagoga.
Desde esa perspectiva docente, que es lo que nos unía a todos los que ayer nos reuníamos para analizar la película, son muchos los aspectos a rescatar para su debate, discusión y análisis.
Para crear grupos, lo hicimos en función de tres grandes ejes que coincidían con las asignaturas impartidas por los profesores que tuvieron la iniciativa de organizar la actividad. También se tuvo en cuenta la procedencia de nuestros estudios (magisterio, pedagogía, educación social), por lo que los grupos quedaron constituidos según las siguiente dimensiones a) psicológica; b) social; c) formación del profesional.
Aunque fueron muchas los temas que tratamos en los grupos, y después en el gran grupo; diversidad, disciplina, sistema educativo, etc. Sin intención de hacer una síntesis de todo lo visto, ni una reflexión de un tema concreto, me voy a centrar en algunas de cuestiones que una y otra vez vuelven a mi cabeza desde que vi la película.
A pesar de que pueda parecer inaudito, las clases de secundaria se asemejan- más de lo que tal vez podamos imaginar- a lo que se muestra en la película. Ciertamente llama la atención el comportamiento de los chicos, pero también la del profesor me hace plantearme sobre el papel y rol del docente en una sociedad que está cambiando y que cada día vemos reflejada en el aula. Creo que sobra decir que las competencias del docente hoy, van más allá de la transmisión de unos contenidos a los alumnos. Los profesores, y si no que me corrijan mis compañeros, atienden además de los aspectos académicos, a los psicológicos y sociales de cada uno de sus alumnos. Esto puede hacernos plantearnos varias cuestiones:
a) Necesidad de trabajar más allá de los "muros" del aula. Estamos viendo que los alumnos que tenemos en clase son fruto de lo que viven en la calle, en sus casas, con los amigos, en la escuela...por tanto, si hay aspectos que creemos que deberían cambiar, el trabajo no puede circunscribirse al colegio. Tal vez necesitemos trabajar con las familias y contar en los centros con profesionales preparados para tal fin, ya que hay cuestiones que exceden de las competencias del maestro. Tal vez necesitemos hacer una escuela sin muros donde el entorno, las familias y los niños tengan cabida más allá del horario escolar: ¿por qué no poner los servicios del centro a disposición de aquellos que lo necesiten? Tal vez así, podríamos mitigar las diferencias que a veces se generan en las escuela por la falta de medios en la familia para realizar las tareas que se le mandan (ordenadores, espacio, libros, internet, apoyo con los deberes, etc) o tal vez podamos proporcionar a los padres estrategias educativas que potencien la labor que realizamos con los alumnos.
b) Otra de las cuestiones a debatir es sobre la formación del profesorado: ¿es ésta adecuada para desarrollar en los futuros docentes las habilidades necesarias que requieren situaciones tan complejas como las que nos podemos encontrar en el aula? ¿y para los profesores en ejercicio? ¿existen espacios donde abordar, los problemas con los que los docentes se encuentran en las aulas, sobre todo de secundaria? Existen datos sobre el estrés y nº de bajas de los profesores por ansiedad ¿qué medios se ponen para solventar su origen?
Como podemos ver cada uno de estas cuestiones nos pueden llevar a largas reflexiones, que por su extensión, tal vez no tendrían cabida en un blog y que sería más enriquecedor realizarlo junto con otros compañeros.
Creo que esta película puede ser la excusa perfecta para que el cuerpo docente y la sociedad en general reflexione sobre "la educación", con todo lo que esa palabra abarca e implica (organización, metodología, contenidos, competencias, familia, valores, sociedad, diversidad, integración, disciplina...) Ha sido una lástima que sólo hayamos tenido dos horas para trabajarla, pues hay muchos temas sobre los que podíamos haber profundizado. Creo que recojo el sentir general si digo que nos hemos quedado con ganas de más: más profundización, más reflexión, más conclusiones y como cierre de todo ello, algunas propuestas.
Hoy estas situaciones son verídicas, y no sé si como psicopedagogos o maestros sabríamos encontrar las pautas de acción o modos más adecuados de proceder.
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